Por qué no deben preocuparse (tanto) de los barateros del diseño
Lo barato no es siempre lo mejor
Si, uno sabe que la economía está pesada y que queremos todo barato… ¿Pero en verdad es asi?
Hace algunos años, dentro de un evento en el que era voluntario, nos invitaron a tos un grupo de chavos a un semipuesto de tacos de 1 peso, ¡1 peso! ¡Que maravilloso es el mundo! ¿no? Pues ante tal ganga no pude hacer otra cosa que apagar mi hambre comiendo 10 tacos de dudosa procedencia… si, lo disfrute, y si, me arrepentí a la mañana siguente.
Volviendo al punto, si a todos nosotros nos interesaran sólo las cosas baratas, China dominaría el mundo y Apple no existiría. Pero en la realidad no es así, y así como hay gente que busca lo más barato que pueda encontrar, hay otro tanto de gente que busca invertir en calidad.
De la misma manera en el diseño hay gente que invierte en un producto de calidad y está dispuesto a pagar por nuestros servicios.
Quizás el problema más que lidiar con clientes malos, sea el cómo conseguir a los clientes buenos.
“¡Pero todos los clientes prefieren gastar lo menos posible!”
Esto quizás ya lo han leído muchas veces pero, para empezar, si un prospecto ya está haciendo alguna táctica oscura como “el prospecto misterioso”, o el clásico “está muy caro”, simplemente son alertas de que será un cliente del que trabajarás más de lo que ganarás (si es que no termina huyendo cuando llegue el momento de pagar).
Como ellos, hay muchísimos en todas partes, y para eso están todos esos servicios que venden proyectos de diseño a un precio casi regalado. No piensen en entrar en una competencia de precios… su alma podría perderse en el camino y no los llevaría a mucho.
No queremos eso.
La importancia de ir más allá
Si quieren buscar clientes que valgan la pena, primero vean a su trabajo. ¿Están ofreciendo algo extra? ¿Están al tanto de las nuevas tendencias? ¿Su trabajo puede competir en calidad con las agencias o demás diseñadores? ¿Tienen algún diferenciador en su trabajo que pueda hacerlo más atractivo para esos clientes que desean?.
Si han respondido que no a más de una pregunta, entonces es momento de tomar cartas en el asunto.
Si queremos ser como esas agencias de diseñadores que están en boca de todos, no hay más que movernos, estimular el crecimiento, alejarnos de la zona de confort en vez de seguir quejándonos por lo que no tenemos. Tenemos que ser diseñadores autosuficientes que se mantengan vigentes. Y no pensar que sólo debemos buscar clientes en México, los límites los ponemos nosotros.
No es fácil, pero las cosas que valen la pena nunca son fáciles. Además, el esfuerzo siempre se verá recompensado. Por eso, si están estudiando aún, les recomiendo que practiquen y traten de dar lo máximo y exploren todas las posibilidades que el diseño ofrece, y busquen un nicho que pocos o nadie haya explorado, se puede volver su fuente de subsistencia en un futuro.
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