Sobre la viralidad de las marcas
Hace unos días comenzó a circular una imagen de Kim Jong-un (el actual mandatario de Corea del Norte que amenaza con una guerra con Corea del Sur) que va más o menos así:
Seguro muchos de ustedes habrán visto la campaña de snickers al respecto:
Fuera del chiste que representa esta imagen que se ha vuelto viral lo que vale la pena observar es cómo un concepto de marketing trasciende más allá, el público lo adopta como parte de la jerga popular y mantiene a la marca presente dentro de prácticamente todos los estratos sociales.
!Qué mejor publicidad que esa!
Mejor aún para esta marca de chocolate, es que esta imagen no sólo se hizo viral en México, si no que lo encontramos también en Estados Unidos y de ahí es fácil que se proyecte a nivel mundial.
Anteriormente había escrito algo similar dentro del post “Memes y Publicidad: Interesante Mezcla“, hablamos de cómo una idea es tan fuerte que se puede proyectar a nivel socio cultural. Esto obviamente es el sueño de muchas marcas que trabajan arduamente en volverse indispensables para la gente.
Cuando pensábamos que la campaña de galletas Emperador se había olvidado en el inconciente colectivo, aparecen estas series de comics.
Tampoco podríamos olvidar el poderoso ejemplo de la cerveza Tecate, donde la gente no sólo adoptó la frase tan pegajosa, si no que además, buscó apropiarse de la estética de ésta. Unos lograron imitarlo con mayor destreza que otros, pero esta trascendencia sin duda representó muchas ganancias para la marca.
Caso similar podría mencionarse el de Librerías Gandhi, aunque en ese caso en particular la gente compartió millones de veces sus anuncios publicitarios a manera de protesta aunque la manipulación de la campaña para adoptarlo a uno mismo.
En general es un tema que va para largo, pero creo que lo que vale la pena es poder analizar cómo una campaña puede tener una penetración en nuestras mentes para adoptar y apropiarnos de esa idea. Quien sabe, tal vez ustedes puedan hacer la siguiente campaña que explote viralmente.