El diseño mexicano, razón para celebrar
A nivel creatividad, México desde hace un tiempo ha tenido grandes logros en forma de todos los recursos posibles. Desde iniciativas importantes a través de la política, grandes artistas que han evolucionado cada vez con mayor fuerza, eventos que sirven como canales de difusión para los nuevos talentos, hasta el reconocimiento de estudios de diseño, agencias y colectivos como una nueva fuente de trabajo a través de su desarrollo como PyMeS. Hoy a través de esta nota, les queremos compartir un poco de la gran emoción que nos da estar involucrados en un medio tan grande como es el diseño en un gran país que siempre será México.
Estos últimos años, los diseñadores, ilustradores, artistas visuales y todo tipo de creativos, hemos podido disfrutar de varios beneficios generados por cuestiones que han ayudado a nuestro desarrollo y que se han generado a nivel nacional e internacional. La primera de todas es sin duda el uso del Internet y un poco aprovechar la globalización.
Por una parte sabemos todo lo malo que ambos derivan, pero por otra parte la creación de redes como Behance Network, Facebook e incluso Pinterest, han ayudado a la difusión del trabajo de muchos artistas. Incluso, publicaciones impresas que han sobresalido en el mercado por ser una plataforma de difusión, se han unido a los avances tecnológicos y han aprovechado estas redes para conocer y dar a conocer nuevos talentos. Además nos permite estar mucho más al tanto de la vida de nuestros personajes favoritos, conocer un poco más de ellos y ver que son tan humanos como nosotros.
Una cuestión que se deriva de este poder de difusión es sin duda que ahora varias instancias del gobierno consideren al diseño como una fuente importante de egresos a nivel económico. Muchos estudios, agencias y colectivos se han embarcado en convertirse en PyMes (Pequeñas y Medianas empresas) para generar más empleos y sobre todo apoyar el reconocimiento de la creatividad como parte de la economía creativa.
Para entrar un poco en contexto, la economía creativa es una rama de los estudios monetarios que habla sobre que la cultura (y por ende la identidad) de los países es su recurso económico más fuerte. Hablando de cifras, este tipo de economía implica el 7.2% del PIB de México, lo que ha hecho que incluso CONACULTA genera por primera vez convocatorias como la del Primer Concurso de Estímulo a la Creación de Micro y Pequeñas Empresas Culturales. El mundo está cambiando económicamente, las cosas tangibles se devalúan y las intangibles suben, ya no es necesario que el producto sea bueno, hace falta ofrecer algo más, una experiencia por ejemplo y ahora más que nunca la “experiencia visual” es la más importante.
Esta evolución del diseño y la creatividad a través del punto de vista económico nos deriva en otras dos situaciones que han aumentado tanto el valor (lo que el consumidor percibe) como el costo (lo que el consumidor compra) de las “industrias culturales” y estas dos, son el desarrollo de más eventos dedicados al diseño, así como lugares que fomenten el desarrollo educacional de esto. Hasta hace diez años, ser diseñador gráfico era una carrera innovadora y fresca, incluso ser publicista era extraño en las comidas familiares donde no faltaba la tía que te preguntara: “¿Y tu que estudias mijit@?”. Hoy ya hay más publicistas, más diseñadores, más ilustradores y en general, más personas que le apuestan a la creatividad como un elemento para generarse un bien económico. No nos confundamos, no es que el dinero sea todo, pero el hecho de que alguien sea consciente de que su creatividad puede generarle un bien económico es darle un valor justo a una característica tan importante en el ser humano a nivel incluso antropológico.
Hoy ya existen escuelas especializadas en brindarte herramientas para que seas un buen creativo (en la rama y con la herramienta que tu desees potencialidad). Existen más espacios de difusión tangibles en los cuales puedes ir conocer e incluso consumir productos generados por la creatividad de otros. Hay mucho más intercambio de bienes económicos por ideas y muchas más personas que se involucran con la imagen de su marca, empresa o proyecto para reforzar su identidad y ofrecer un mejor producto al público.
Al final, todo esto se trata de cubrir necesidades, pensar en el otro y dignificar de forma verdadera y congruente lo mejor que puede tener una persona involucrada en este medio: su creatividad. Esperamos que estas fechas sólo sean un factor más de recordar y sobre todo de reconocer, que la verdad nos hará libres, pero que la identidad nos hará fuertes.
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Pablo Amaya