El lado bueno de los proyectos malos

Estos últimos días debo de confesar que han sido muy difíciles para mi. He visto muchos de mis proyectos laborales crecer, pero también muchos irse por una agujero negro inmenso del cual desconozco la ubicación. Después de verlos caer cual Torre de Babel, obviamente vino en mi la frustración, la depresión y todas las cosas que te hacen un nudo en la garganta y sobre todo que hacen que eso de “tirar la toalla” parezca la única salida.

Pero ya más calmado el drama que siempre viene acompañado de ese derrumbe, aprendí que hay algunas cosas muy importantes que no debemos dejar que se opaquen ni siquiera cuando más oscuro se vea el camino.

La mejor parte de esto, es que ganas o aprendes, pero nunca pierdes.

Creo que lo primero que hay que hacer (por que a mi me ha funcionado no por que no esté segura de si funciona o no) es reconocer que todo reto implica un esfuerzo y el esfuerzo más importante radica en tomar una decisión. Cuando nos hablan de esto muchas veces subestimamos el poder de levantarse y cambiar las cosas, sin embargo es uno de los más importantes. No todas las personas lo logran, la llamada “zona de confort” tiene el mayor peso de gravedad del mundo entero. El pararte de tu silla y decidir cambiar o simplemente hacer algo diferente, es ya de entrada lo mejor que pudiste hacer, así que no subestimes esa decisión, ya que la dificultad no está en pensar, está en hacer.

Recomiendo ampliamente los consejos de Mr. Wonderful para consolar un proyecto fallido y no perder la ilusión en el intento

Lo segundo que uno debe valorar dentro de un proyecto caído es, el verdadero esfuerzo que le imprimes o no al hacerlo. Hacerse responsable de lo que hiciste, pero también de lo que dejaste de hacer, es lo verdaderamente complicado. La responsabilidad es un valor que implica muchas cosas, no sólo el adueñarte de una acción y responder sobre la reacción que tuviste a esta, sino aceptar si fue buena o mala esa reacción que tuviste. Como mejorarla está demás, reconocerla es realmente lo que puede llevarte a pensar muchísimo. Sobre esto yo recomiendo evitar malviajes, excepto si es que alguna falla que hayas tenido tenga una raíz mucho más fuerte de lo que tu creías que podías arrancar.

“Yo soy mi problema, pero también mi solución”

Ahora después de que iniciaste la parte de introspección y análisis, recomiendo ampliamente empezar a ver, que pasó en ese proyecto que te pueda ayudar. No sé ustedes pero yo tengo la muy mala costumbre de que cuando estoy bocetando y un dibujo no me gusta del todo, lo rayo. Eso es exactamente lo que uno NO debe hacer con los proyectos, al contrario de los dibujos no son sólo trazos, hubo acciones que seguramente tomaste para hacer ese proyecto.

Seguramente generaste un contacto nuevo, una nueva forma de organizar tus archivos para que funcionaran mejor, aprendiste a redactar o leíste algo que en tu vida hubieras leído si no fuera por la necesidad de conocer más, incluso un link de una nueva página que hayas encontrado para inspirarte es algo que se debe de conservar y utilizar. Es más, si la idea o proyecto no funcionó con tu cliente o jefe, si s un buen proyecto seguramente con otra persona puede que si lo haga.

Uno tiene el poder de cambiar las cosas, más fácil de lo que cree. El chiste es sólo levantarse y hacerlo.

Por último conserva sobre todo a la gente que si te apoyo para que el proyecto pudiera generarse bien. Si el trabajo fue en equipo, sigue trabajando con las personas que si trabajan. También uno tiene que estar consciente de que hay personas que se tienen que dejar ir. Por más que uno quiera no puedes cargar para siempre con ese asistente o persona que no te ayudo ni a crecer, ni a aprender y que para colmo no ayudó al proyecto. Al contrario de esa persona, hay gente que vale muchísimo la pena mantener en tu vida y sobre todo en tus proyectos.

De aquí, habrá algo muy importante que tendrás que hacer y será volver al primer párrafo (no literalmente). Si quieres y estas seguro de que ese tipo de proyectos es lo tuyo o que tu proyecto tiene que salir, entonces toma la decisión de volverlo a emprender con una nueva visión, aunque también se vale dejar ciertos proyectos en el cajón de “no funciona” pero siempre es importante no sólo tenerlos ahí sino analizar el cómo, cuándo, dónde e incluso el por qué. Al final las grandes ideas no son las que cambian al mundo, son las personas que decidieron hacer algo con esa gran idea, las que si lo hacen.


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  • Juan

    Superación personal (?)

  • José

    Muy buen artículo, Gracias.

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